En la pequeña localidad de Anna, se encuentra el Palacio de los Condes de Cervelló, un palacete gótico que fue inicialmente residencia de verano. Con los años cayó en el abandono y el expolio y no fue hasta el siglo XVIII que el sexto Conde de Cervelló cedió al ayuntamiento su propiedad y comenzó su restauración.
Hace pocos días fuimos visitar el Palacio, nos gustó mucho porque está muy bien restaurado y el ayuntamiento pone a disposición de los visitantes una guía que te va explicando todos los detalles sobre su historia.
En su web podéis informaros de los teléfonos a los que hay que llamar para concertar la cita y
aquí encontraréis información sobre su historia.
La estrutura se compone de un cuerpo central de tres pisos con balcones (seis por los pisos altos y cinco en el bajo), flanqueado por dos torreones cuadrados de cuatro alturas, todo ello en una estructura neoclásica al gusto de la época.
Convertido en Centro de Difusión Patrimonial, alberga actualmente el Museo Etnológico de la Villa y el Museo del Agua. En un futuro dispondrá también de un museo Arqueológico. También se utiliza como espacio para exposiciones permanentes.
Antes de entrar al Palacio, dimos una vuelta por los alrededores y aproveché para hacer unas fotos del entorno.
En el interior hay numerosos objetos tradicionales, donados por la gente del pueblo y restaurados por los jóvenes de la localidad.
Al Palacio de los Condes de Cervelló se le conoce como la pequeña Alhambra valenciana, por su precioso Patio y Sala Árabe, entre otras estancias, con una espléndida recreación llena de mosaicos cerámicos, artesonados y yeserías.
Una de las estancias es la pequeña capilla dedicada a San Joaquín y Santa Anna que se abre al público el día del santo para celebrar una misa.
El Palacio es una belleza, todo un descubrimiento que me ha encantado visitar.
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