Hoy
empezamos una serie de publicaciones sobre los oficios que todavía subsisten, hoy vamos a conocer el oficio de Redero.
Como
sabéis vivo en Dénia y mi infancia ha estado unida al puerto pesquero (el antiguo
claro), que estaba abierto a todos, ese puerto donde los críos de la zona hemos
jugado subiéndonos a los barcos amarrados y sobretodo cabalgando sobre las
redes apelotonadas con forma de dragón o lomo de caballo… También nos hacíamos nuestros
propios sistemas de pesca anudando los trocitos de cordel de las redes que nos encontrábamos
en el suelo, a esos trocitos le poníamos en un extremo un cachito de alambre y
con algún pescadito pequeño que quedaba enganchado en las gateras de los
pesqueros, los ensartamos en la punta e intentábamos pescar esos cangrejos
peludos que veíamos cuando nos tumbamos con medio cuerpo colgando por el borde
del puerto, que solo les veíamos una tenaza gigante, con la que nos robaban
todos nuestros cebos y nunca logramos sacarles de su guarida.
Recuerdo
que entonces había dos cobertizos de redes o tinglados,
siempre abiertos, donde se extendían metros y metros de redes… pero con el tiempo
desaparecieron al construir la nueva zona pesquera, zona de hormigón donde está
el nuevo depósito y en él se encuentran los rederos con las redes.
El
tinglado actual mide 70 metros de largo por 8 de ancho. En su interior tenemos
trabajado a 3 rederos, pero en este post nos vamos a ocupar de uno: os presento
a Alan Perles.
Alan Perles debe de llevar más
de 30 años ejerciendo este oficio, aunque durante unos años lo dejó para
dedicarse a otros menesteres, pero al final ha retomado su labor de redero, ya
que apenas quedan profesionales de este oficio y las nuevas generaciones no están
interesadas en coser redes, no quieren ser autónomos del mar.
Al
entrar en el tinglado vemos redes esparcidas por el suelo, unas enrolladas,
otras preparadas apoyadas por las trenzas de plomo, con apoyos y sujecciones para poder
repararlas de pie…
Este
oficio es tranquilo, parece que las horas pasan lentas, pero a la vez se ve que
es un trabajo duro, horas con el lomo doblado, o de pie con la cabeza mirando
las manos… Y qué decir de los días de frío con las manos entumecidas o los días
de calor dentro de ese almacén a no sé qué temperatura.
Las
herramientas que se usan para coser las redes son: agujas, navaja, pasador,
cordel y cojín.
Durante
todo el tiempo que he estado haciendo fotografías Alan no ha dejado de coser
las redes, es un trabajo que no cesa… En Dénia el arte de pesca es de arrastre así que
siempre hay redes para reparar.
Aguja para tejer redes |
Navaja |
Pasador |
Ha sido un placer estar con Alan este tiempo, me ha explicado todo sobre su oficio y ha respondido a todas mis preguntas. Se nota que le gusta su trabajo y que le apena el hecho de que no haya jóvenes interesados en seguir con el oficio de redero.
Este es un proyecto que hace tiempo que tengo en mente; tanto es así que Alan pensaba que ya me había olvidado de él, puesto que hace bastante tiempo que hablamos de hacer esta sesión de fotos.
La idea es recordar estos oficios que con el tiempo se extinguirán pero que todavía están en nuestra sociedad, aunque sean solo una gota en el océano.
La idea es recordar estos oficios que con el tiempo se extinguirán pero que todavía están en nuestra sociedad, aunque sean solo una gota en el océano.
Es
cierto que con la introducción de las máquinas se ha conseguido que desparezcan o que vayan quedando en el olvido muchos oficios artesanales y supuestamente en un futuro perfecto sólo las máquinas
trabajarán, mientras que los humanos viviremos felices. A aunque la sensación es
que solo las máquinas y los pobres trabajaremos; esa es la impresión que da esta
sociedad de "la globalización" en la que vivimos, nos estamos dividiendo en dos únicas
fracciones: la de los pobres trabajadores y ese 5% de humanidad que lo tiene
absolutamente todo, incluido las máquinas que nos van a esclavizar.
Hasta
pronto.
Besos
y abrazos.
3 comentarios:
Qué interesante Eva, un proyecto muy chulo que quizá sirva para que estos oficios no se abandonen.
Besitos y esperando el próximo.
Gracias Rosa, es un tema muy interesante.
Esperemos que no se pierdan estos oficios.
Besos y abrazos.
Buen articulo
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